domingo, 22 de junho de 2008

EZLN - I Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo (1996)

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Descurso de benvida ao Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo (conhecido como Primer Intergaláctico) lido pola Mayor Insurgente Ana María. Autêntica poesia telúrico-combativa.




Palabras de la Comandancia General del EZLN en el Acto de Inicio del Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo.


27 de julio de 1996.


"Aguascalientes II", Oventic, San Andrés Sacamchén De Los Pobres, Chiapas, México.



Hermanos y hermanas de Asia, África, Oceanía, Europa y América:
Bienvenidos a las montañas del sureste mexicano.
Queremos Presentarnos.
Nosotros somos el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Durante 10 años estuvimos viviendo en estas montañas, preparándonos para hacer una guerra.
Dentro de estas montañas construimos un ejército.
Abajo, en las ciudades y en las haciendas, nosotros no existíamos.
Nuestras vidas valían menos que las máquinas y los animales.
Éramos como piedras, como plantas que hay en los caminos.
No teníamos palabra.
No teníamos rostro.
No teníamos nombre.
No teníamos mañana.
Nosotros no existíamos.
Para el poder, ése que hoy se viste mundialmente con el nombre de "neoliberalismo", nosotros no contábamos, no producíamos, no comprábamos, no vendíamos.
Éramos un número inútil para las cuentas del gran capital.
Entonces nos fuimos a la montaña para buscarnos bien y para ver si encontrábamos alivio para nuestro dolor de ser piedras y plantas olvidadas.
Aquí, en las montañas del sureste mexicano, viven nuestros muertos. Muchas cosas saben nuestros muertos que viven en las montañas.
Nos habló su muerte y nosotros escuchamos.
Cajitas que hablan nos contaron otra historia que viene de ayer y apunta hacia el mañana.
Nos habló la montaña a nosotros, los macehualob, los que somos gente común y ordinaria.
Los que somos gente simple, así como nos dicen los poderosos.
Todos los días y sus noches que arrastran quiere el poderoso bailarnos el x-tol y repetir su brutal conquista.
(...)

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El kaz-dzul, el hombre falso, gobierna nuestras tierras y tiene grandes máquinas de guerra que, como el boob que es mitad puma y mitad caballo, reparten el dolor y la muerte entre nosotros.
El falso que es gobierno nos manda los aluxob, los mentirosos que engañan y regalan olvido a nuestra gente.
Por eso nos hicimos soldados.
Por eso seguimos siendo soldados.
Porque no queremos más muerte y engaño para los nuestros, porque no queremos el olvido.
La montaña nos habló de tomar las armas para así tener voz.
Nos habló de cubrirnos la cara para así tener rostro.
Nos habló de olvidar nuestro nombre para así ser nombrados.
Nos habló de guardar nuestro pasado para así tener mañana.
En la montaña viven los muertos, nuestros muertos.
Con ellos viven el Votán y el Ik´al, la luz y la oscuridad, lo húmedo y lo seco, la tierra y el viento, la lluvia y el fuego.
La montaña es la casa del Halach uinic, el hombre verdadero, el alto jefe.
Ahí aprendimos y ahí recordamos que somos lo que somos, los hombres y mujeres verdaderos.
Ya con la voz armando nuestras manos, con el rostro nacido otra vez, con el nombre renombrado, el ayer nuestro sumó el centro a las cuatros puntas de Chan Santa Cruz en Balam ná y nació la estrella que define al hombre y que recuerda que 5 son las partes que hacen al mundo.
En el tiempo en que cabalgaron los chaacob repartiendo la lluvia, bajamos otra vez para hablar con los nuestros y preparar la tormenta que señalaría el tiempo de la siembra.
Nacimos la guerra con el año blanco y empezamos a andar este camino que nos llevó hasta su corazón de ustedes y hoy los trajo a ustedes hasta el corazón nuestro.
Esto somos nosotros.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
La voz que se arma para hacerse oír.
El rostro que se esconde para mostrarse.
El nombre que se calla para ser nombrado.
La roja estrella que llama al hombre y al mundo para que escuchen, para que vean, para que nombren.
El mañana que se cosecha en el ayer.
Detrás de nuestro rostro negro.
Detrás de nuestra voz armada.
Detrás de nuestro innombrable nombre.
Detrás de los nosotros que ustedes ven.
Detrás estamos ustedes.
Detrás estamos los mismos hombres y mujeres simples y ordinarios que se repiten en todas las razas, se pintan de todos los colores, se hablan en todas las lenguas y se viven en todos los lugares.
Los mismos hombres y mujeres olvidados.
Los mismos excluidos.
Los mismos intolerados.
Los mismos perseguidos.
Somos los mismos ustedes.
Detrás de nosotros estamos ustedes.
Detrás de nuestros pasamontañas está el rostro de todas las mujeres excluidas.
De todos los indígenas olvidados.
De todos los homosexuales perseguidos.
De todos los jóvenes despreciados.
De todos los migrantes golpeados.
De todos los presos por su palabra y pensamiento.
De todos los trabajadores humillados.
De todos los muertos de olvido.
De todos los hombres y mujeres simples y ordinarios que no cuentan, que no son vistos, que no son nombrados, que no tienen mañana.
Hermanos y hermanas:
Nosotros los hemos invitado a este encuentro para venir a buscar y a encontrarse y encontrarnos.
Todos ustedes han llegado hasta nuestro corazón y deben ver que no somos especiales.
Deben ver que somos hombres y mujeres simples y ordinarios.
Deben ver que somos el espejo rebelde que quiere ser cristal y romperse.
Deben ver que somos lo que somos para dejar de ser lo que somos y para ser los ustedes que somos.
Nosotros somos los zapatistas.
Los invitamos para escucharnos y hablarnos todos.
Para vernos los todos que somos.
Hermanos y hermanas:
En la montaña nos hablaron las cajitas parlantes y nos contaron historias antiguas que recuerdan nuestros dolores y nuestras rebeldías.
No acabarán nuestros sueños donde nos vivimos.
No se rendirá nuestra bandera.
Siempre vivirá nuestra muerte.
Así dicen las montañas que nos hablan.
Así habla la estrella que brilla en Chan Santa Cruz.
Así nos dice que los cruzob, los rebeldes, no serán derrotados y seguirán su camino junto a los todos que son en la estrella humana.
Así nos dice que vendrán siempre los hombres rojos, los chachac-mac, la roja estrella que ayudará al mundo a ser libre.
Así nos dice la estrella que es montaña.
Que un pueblo que es cinco pueblos.
Que un pueblo que es estrella de todos los pueblos.
Que un pueblo que es hombre y es todos los pueblos del mundo.
Vendrá para ayudar en su lucha a los mundos que se hacen gente.
Para que el hombre y mujer verdaderos vivan sin dolor y se ablanden las piedras.
Todos ustedes son los chachac-mac, los que son pueblo que viene a ayudar al hombre que se hace de cinco partes en todo el mundo, en todos los pueblos, en las gentes todas.
Todos ustedes son la roja estrella que tiene espejo en nosotros.
Podremos seguir camino bueno si los ustedes que somos nosotros nos caminamos juntos.
Hermanos y hermanas:
En nuestros pueblos los más antiguos sabedores han puesto una cruz que es estrella en donde se nace el agua dadora de la vida.
Así se marca el inicio de la vida en la montaña, con una estrella.
Así se nacen los arroyos que bajan de la montaña y que llevan la voz de la estrella parlante, de nuestra Chan Santa Cruz.
Habló ya la voz de la montaña y habló diciendo que vivirán libres los hombres y mujeres verdaderos cuando se sean los todos que promete la estrella de cinco puntas.
Cuando los cinco pueblos se hagan uno en la estrella.
Cuando las cinco partes del hombre que es mundo se encuentren y encuentren al otro.
Cuando los todos que son cinco encuentren su lugar y el lugar del otro.
Hoy, miles de caminos distintos que vienen de los cinco continentes se encuentran aquí, en las montañas del sureste mexicano, para juntar sus pasos.
Hoy, miles de palabras de los cinco continentes se callan aquí, en las montañas del sureste mexicano, para escucharse las unas a las otras y para oírse ellas mismas.
Hoy, miles de luchas de los cinco continentes se luchan aquí, en las montañas del sureste mexicano, por la vida y en contra de la muerte.
Hoy, miles de colores de los cinco continentes se pintan aquí, en las montañas del sureste mexicano, para anunciar un mañana de inclusión y tolerancia.
Hoy, miles de corazones de los cinco continentes se viven aquí, en las montañas del sureste mexicano, por la humanidad y contra el neoliberalismo.
Hoy, miles de seres humanos de los cinco continentes gritan su "¡Ya basta!" Aquí, en las montañas del sureste mexicano. Gritan ¡Ya basta! Al conformismo, al nada hacer, al cinismo, al egoísmo hecho Dios moderno.
Hoy, miles de pequeños mundos de los cinco continentes ensayan un principio aquí, en las montañas del sureste mexicano. El principio de la construcción de un mundo nuevo y bueno, es decir, un mundo donde quepan todos los mundos.
Hoy, miles de hombres y mujeres de los cinco continentes inician aquí, en las montañas del sureste mexicano, el Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo.
Hermanos y hermanas de todo el mundo:
Bienvenidos a las montañas del sureste mexicano.
Bienvenidos a este rincón del mundo donde todos somos iguales porque somos diferentes.
Bienvenidos a la búsqueda de la vida y la lucha contra la muerte.
Bienvenidos a este Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo.


¡Democracia!

¡Libertad!

¡Justicia!


Desde las montañas del sureste mexicano.


Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.


Planeta Tierra, julio de 1996

sábado, 21 de junho de 2008

Marxismo e Populismo em Rússia

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Artigo de John O' Mahony publicado em 2004 em WorkersLiberty.org. Se previamente abordaramos a relaçom entre populismo e anarquismo, agora examinamos em mais detalhe a relaçom populismo-marxismo, sempre no contexto da Rússia do s. XIX.

(Por certo, nom creo que volva perder meio dia em traduzir um texto tam longo, assi que o seguinte será diretamente em inglês...)

A meiados do século XIX umha grande onda de rebeliom radical, esquerdista, orientada ao povo -"populista"- desenvolveu-se entre a mocidade educada da Rússia. Em 1874-6 os populistas "fôrom ao povo" no campo com propaganda socialista revolucionária e fracassárom.

O movemento populista Zembla i Volya (ZiV) tentou entom incitar aos labregos a umha revoluçom imediata contra o Zar, e fracassou novamente.

A seguir, contra a oposiçom do futuro fundador dum movemento claramente marxista, Georgi Valentinovich Plekhanov, os populistas virárom para umha política com forma de terrorismo contra altos funcionários.

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Plekhanov, ao abandonar o congresso da ZiV em Voronyazh em junho de 1879, que sancionou o novo rumo, nom era ainda um marxista, mas estava próximo a sê-lo. Apesar disso, Plekhanov abandonou Voronyazh nom como alguém que rompe com as suas ideas anteriores, senom como o seu defensor contra a maioria do congresso da ZiV o qual, na opiniom do Plekhanov e na realidade, rompera com elas.

Plekhanov ainda era um populista "conservador", um seguidor invariável das ideas de Mikhail Bakunin que orientaram a fase anterior da actividade populista, e nom um inovador. Opuxo-se à decisom do congresso da ZiV de virar a um terrorismo sistemático, nom por ser terrorismo, senom porque o projectado giro ao terrorismo para respaldar a demanda de umha Constituiçom era um giro cara a política. El nom estava em contra do assassinato de funcionários estatais e membros da classe dominante. De feito, um dos seus camaradas, Vera Zasulich, fora um pioneiro de tal terrorismo.

É comum que nos escritos sobre os primeiros marxistas russos se traslade ao período inicial a sua atitude de 20 anos despois cara o movemento terrorista-populista, o "Partido Social Revolucionário" (SRs). Os marxistas russos chamavam aos SRs os "epígonos", os indignos sucessores, do primeiro movemento criado por aqueles com os que Plekhanov rompera em 1879, e denunciavam o seu terrorismo. Mas com anterioridade, o Grupo para a Emancipaçom do Trabalho, a organizaçom marxista que Plekhanov e outros fundariam no exílio em 1883, aprovara explicitamente o terrorismo do Narodnaya Volya, o movemento fundado pólos adversários de Plekhanov na ZiV.

O paradoxo dialéctico é o feito de que Plekhanov se aproximou ao marxismo aderindo primeiro ao velho populismo anti-político contra aqueles que tiraram conclusões políticas tanto do fracasso do movemento de "levar para o povo" a ilustraçom socialista a meiados da década de 1870 como das tentativas da ZiV de suscitar a revolta labrega após 1876.

Na medida em que Plekhanov já era um "marxista" em 1879, tamém o eram os seus opositores da ZiV, quem aceitavam basicamente, embora nom sem misturas ecléticas, a perspectiva marxista da História.

Como se pode ver nas cartas de Marx e Engels, Piotr Lavrov -o "teórico" do movemento de ir para o povo para educá-los sobre socialismo e política no sentido mais lato- tinha na década de 1870 relações persoais estreitas e amigáveis com Karl Marx. Mikhail Bakunin, o inspirador dos "rebeldes" da ZiV, que tentou empuxar os labregos à revolta imediata, traduzira ao russo o Manifesto Comunista. Na última fase de umha vida longa e com múltiples facetas políticas, Bakunin rejeitou o que chamou "socialismo estatal" de Marx. Mas Bakunin proclamava-se de acordo com a interpretaçom da história de Marx. Outros de convicções amplamente populistas traduziriam o volume I d’o Capital ao russo, tam cedo como em 1872.
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Plekhanov já era um "marxista", mas apenas no sentido em que o eram todos os líderes populistas da época. O que o separou da maioria do ZiV em junho de 1879 foi a sua obstinada defensa do Bakuninismo e da aproximaçom Bakuninista à política.

O que implicou entom a conversom d’o "pai do marxismo russo" ao marxismo? Um giro para a classe trabalhadora? Mas na sua etapa na ZiV Plekhanov já tinha virado para a classe trabalhadora, e assi o fixera tamém, embora nom exclusiva ou sistematicamente, a ZiV.

O que implicou a conversom ao marxismo de Plekhanov foi umha revisom radical da concepçom da revoluçom russa comum a todos os populistas, os quais acreditavam que, nas comunas labregas que tinham terras em comum, a Rússia já tinha as estruturas de um socialismo agrário.

Tratava-se de umha variante peculiar do socialismo utópico. Mentres que os típicos socialistas utópicos europeu-occidentais de meiados do século XIX acreditavam no estabelecemento, em algum território salvage –o grupo de Etienne Cabet fixo-o em Texas, na década de 1840- de pequenas colônias socialistas que, em teoria, medrariam a carom do capitalismo e demonstrariam a sua superioridade sobre el, os socialistas populistas russos acreditavam que a comuna labrega e a Mir, que incluía muitos milhões de labregos, constituía umha gigantesca infra-estrutura socialista que só precisava de desfazer-se da classe dominante e da autocracia para constituir umha sociedade plenamente socialista.
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As forças políticas que existírom na Rússia em diversas ocasiões ao longo dos 30 anos prévios à fundaçom da primeira organizaçom marxista em 1883 podem ser denominadas em termos ocidentais como anarquistas, socialistas utópicos, ou jacobino-blanquistas (aqueles que viam o caminho a seguir na toma do poder do Estado). Mas todas elas distinguiam-se dos seus equivalentes no Ocidente pola convicçom de que na comuna labrega já existia o socialismo russo, necessitando apenas de ser libertada da classe dominante.
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Isso deu ao socialismo de mesmo, por exemplo, um Alexander Herzen, quem no momento da emancipaçom do servos (1861) era na prática apenas um liberal, umha sólida realidade social que os distinguia dos seus equivalentes socialistas ocidentais, tanto utópicos como reformistas. Mentres que um socialista reformista no Ocidente se caracterizava tradicionalmente por umha incapacidade para conceber o socialismo como algo totalmente distinto do capitalismo, na Rússia mesmo um populista socialista moderado via um socialismo existente na Mir e o contraponhia aos elementos do capitalismo que estavam a enraizar no país.
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Tipicamente os populistas socialistas viam o surgimento do capitalismo na Rússia como umha ameaça direta e urgente para este, por assi dizer, socialismo "já existente”. Eles acreditavam, e alguns deles o manifestavam nestas palavras, que, se a destruiçom da comuna labrega polas florescentes relações mercantis que apareceram após a aboliçom da servidume em 1861 nom acabava de vez com a comuna socialista labrega, a revoluçom na Rússia havia de vir "axinha ou nunca".

O próprio Marx era um admirador do Narodnaya Volya. Escreveu o seguinte sobre os regicidas julgados por matar o Zar: "Som persoas excelentes até a médula, sem atitude melodramática, simples, sérios, heróicos ... Eles tentam ensinar a Europa que o seu modus operandi é umha questom especificamente russa e historicamente inevitável sobre a qual nom hai mais razom para moralizar –a prol ou em contra- da que hai sobre o terremoto de Chios".

O prefácio de 1882 ao Manifesto Comunista, co-assinado por Marx e Engels, mas provavelmente escrito por Engels, dizia:

"Agora a questom é: pode a obshchina [comuna] russa, embora fortemente prejudicada, ainda umha forma da primitiva propiedade comum da terra, passar directamente à forma superior de propriedade comum comunista? Ou, polo contrário, deve primeiro passar polo mesmo processo de dissoluçom que constitui a evoluçom histórica do Ocidente? A única resposta possível a isso hoje é esta: Se a revoluçom russa torna-se o sinal de partida para umha revoluçom proletária no Ocidente, de jeito que ambas se complementam mutuamente, a atual propriedade comum da terra russa pode servir como ponto de partida para um desenvolvemento comunista".

A mudança decisiva dos fundadores em 1883 do Grupo para a Emancipaçom do Trabalho -Plekhanov, Axelrod, Zasulich, Deutsch, e Ivanov (que morreu axinha)- cara aquilo que entendemos como marxismo consistiu na sua ruptura com todas as variantes do ponto de vista populista. Por um lado, aceitárom que o triunfo do capitalismo na Rússia era irreversível e, por outro, proclamárom que o futuro socialista da Rússia, ao que conduzia um capitalismo que estava a destruir a comuna camponesa, estava inteiramente nas mãos do proletariado industrial da Rússia. Em conseqüência, consideravam a meta prática dos socialistas russos como a criaçom na Rússia de um movimento operário como os da Europa Ocidental.

Muitas perguntas surgírom de esta orientaçom para o emergente proletariado russo. Por exemplo, como agiria o movemento da classe trabalhadora contra a autocracia durante a revoluçom russa, a qual, acreditavam eles, seria umha revoluçom burguesa que poria o capital no poder político? Seriam as diferentes respostas a esta pergunta as que distinguiriam aos futuros mencheviques dos bolcheviques, e a Leon Trotsky de tanto bolcheviques como mencheviques.

No seu primeiro trabalho "marxista", O socialismo e a luita política (1883), Plekhanov reconheceria o papel positivo que a virada da maioria dos ZiV para a política (terrorismo pra obter umha Constituiçom) jogara para sair do cul de sac no que estava aprisionado o populismo anti-político em 1879. Embora apoiasse a sua luita político-terrorista, el oporia agora as suas própias visões “europeu-ocidentais” ao continuísmo do populismo labrego.

Devemos examinar em detalhe a evoluçom dos Plekhanov, Axelrod, Zasulich e os outros, entre a sua ruptura com a maioria da ZiV em junho de 1879 e fundaçom do Grupo para a Emancipação do Trabalho a finais de 1883.

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Tanto a maioria pró-política da ZiV como os antigos crentes populistas plekhanovitas que se resistiam ao giro à política acordárom que nengumha das partes usaria o nome ZiV. A maioria posteriormente se denominárom Narodnaya Volya (a Vontade do Povo), e a minoria no congresso de Voronyazh, Cherny Peredel (literalmente Redistribuiçom Negra, ou seja labrega; num senso mais amplo, Redistribuiçom Total ou completa, isto é, a divisom de todas as terras da Rússia, dos senhorios e do Estado, igualitariamente entre os labregos).
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Um indicador do longo caminho que ainda haveria de percorrer Plekhanov é que chegaria a considerar o programa implícito no mesmo nome de Cherny Peredel como social e economicamente regressivo e reaccionário, pois implicava nivelar cara abaixo a agricultura capitalista a grande escala e substitui-la polo cultivo labrego individual.

Num futuro ainda distante, o governo bolchevique entraria em 1918 em conflito sangrento -sobre esta questom da divisom das terras entre os trabalhadores camponeses, entre outros assuntos- com os herdeiros de aquel programa populista, os SRs de esquerda, os quais após a Revoluçom de Outubro formaram durante um tempo um governo de coligaçom com os bolcheviques, mas oponhiam-se à retençom polo novo estado de terrenos sobre os quais criar granjas agrícolas estatais operadas por trabalhadores assalariados.
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Um dos dirigentes do Narodnaya Volya, Morov, resumiu assi a divisom da ZiV: "Dividimos o própio nome da antiga organizaçom [ZiV = Terra e Liberdade]. A Redistribuiçom Total apropiou-se da Terra, enquanto nós apropiamo-nos da Liberdade, e cada fracçom seguiu o seu própio caminho".
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Moi poucos aderiram a organização de Plekhanov, que se declarou a continuaçom do velho populismo que já tinha demonstrado a sua inadequaçom para a maioria dos seus antigos seguidores. A virada terrorista à política vinhera de aquel fracasso.
Num país sem parlamento, sem direito à liberdade de expressom, livre organizaçom, liberdade de imprensa ou liberdade persoal, onde a "política" oficial nunca foi outra cousa que as intrigas na corte zarista, o terror era a única forma de política radical disponível.

A Redistribuiçom Negra explicou assi aquilo que segundo eles tinha de errado a virada à política: "As manobras políticas nunca e em nengumha parte poderiam garantir a liberdade econômica e política do povo". Criárom o slogan "que o trabalhador tome a fábrica e o labrego a terra".

Na realidade, a Redistribuiçom Negra herdou o peso morto acumulado polos fracassos populistas para mobilizar os camponeses. E o que teria mais importância para o futuro, a Redistribuiçom Negra tamém "herdou" os ensinamentos do “êxito" limitado da ZiV entre os trabalhadores das grandes cidades. Mas isso nom seria propiamente focado até que os fundadores da Redistribuiçom Negra tivessem quebrado com as crenças fundamentais de todos os populistas.

Em 1879 a diferença entre Narodnya Volya e Redistribuiçom Negra nom residia na teoria fundamental. Narodnaya Volya nom repudiava o objectivo de "erguer o povo". A maioria na conferência de 1879 prometeu “apoiar-se" no povo e nom na burguesia. Eles, ao igual que os antigos ZiV e a minoria plekhanovita, tamém estavam ainda a prol do terrorismo agrário (matar senhorios e funcionários locais com o fim de suscitar a revolta dos camponeses), assi como do terrorismo contra o Estado central zarista. Apresentavam o seu terror como umha forma de agitaçom e de "propaganda pólos feitos". Em palavras de umha das heróicas combatentes do Narodnaya Volya, Vera Figner, que passaria 25 anos numha cadea zarista, o terrorismo era "um meio de agitaçom sem precedentes".


O terror era umha acçom que podia ser levada a cabo a vontade por pequenos grupos, parecendo assi libertar os revolucionários do peso morto do "povo", os labregos, os quais revelaram-se imóveis; e o terror foi tamém a linha de menor resistência na sociedade russa.

Grandes porções da opiniom liberal das classes superiores elogiárom os populistas, ao ver os seus golpes contra os tiranos como golpes pola demanda política que eles tinham em comum com os terroristas -umha Constituiçom.

Como todas as inovações políticas que se revelam como câmbios decisivos, o Narodnaya Volya parecia incorporar o velho movemento e apenas engadir-lhe métodos mais eficazes para prosseguir as suas antigas metas. Seguiam a serem socialistas. Eram ainda os defensores da aldea-comuna socialista contra o capitalismo.

O programa de Narodnaya Volya começava: "Nas nossas concepções básicas somos socialistas e populistas". A diferença estava na sua adopçom de novos meios. Por outro lado, como Vera Figner afirmava em retrospectiva: "Nós nom perseguiamos os objectivos finais abstractos da doutrina socialista, senom essas demandas e necessidades da mente popular que incluíam na sua essência o princípio da liberdade socialista".

Embora na prática o seu socialismo tinha significado apenas como o objectivo privado, motivador, "derradeiro" dos militantes de Narodnaya Volya, eles formulárom as tarefas próprias da luita política nas que se concentravam em termos da psicologia do velho movemento anti-político e socialista com o que estavam rompendo.

Narodnaya Volya declarava que a sua actividade terrorista tinha como objetivos: "o enfraquecimento da fascinaçom polo poder governamental, a constante demonstraçom das possibilidades de luita contra o governo, a elevaçom desta forma do espírito revolucionário do povo e da sua fé no êxito do da causa, e, por último, a formaçom de forças preparadas e habituadas à batalha". "O partido", declarava Narodnaya Volya, "deve prestar atençom ao povo com nom menos seriedade". Mas a sua "principal tarefa ... entre o povo é preparar a sua cooperaçom [sic] no derrubo". "À vista da opressom do povo, e umha vez que por meio de repressom especial o governo será capaz de reter o grande movemento revolucionário durante muito tempo, o partido deve assumir el mesmo a preparaçom do derrubo e nom esperar polo tempo em que o povo seja capaz de fazê-lo sem el".

Esse foi o câmbio, com vingança sobre os que pregonaram “ir-ao-povo com a ilustraçom socialista” ou a chamada de Zembla i Volya a umha imediata revoluçom de massas -a política à que aderiu a Redistribuiçom Negra. Agora, pequenas bandas de heróis haviam oferecer as suas acções no lugar das de um povo nom preparado, nom disposto e reprimido.

Assi evolúem estes movementos: por meio de aquilo que sublinham e no que se concentram, e os consequentes efeitos assoladores para aqueles aspectos de si próprios que, "por agora", nom sublinham ou praticam. A efeitos práticos, Narodnaya Volya expressava apenas a procura de umha constituiçom burguesa. Expressava a demanda política que serviria a todas as tendências revolucionárias, excepto os anarquistas, até 1917 - a convocatória de umha Assembléia Constituinte, eleita por sufrágio universal.

Vera Figner resumia a questom em retrospectiva, em 1925: "O terror em si mesmo nunca foi o objectivo do partido. Era um meio de defensa, de auto-defensa, e foi considerado um poderoso meio de agitaçom... o regicídio entrava nesta categoria como um detalhe ... a atividade organizativa e propagandista sempre foi da mão com a guerra de destruiçom".

Mas ela di: "À medida que a luita se aquecia, à medida que o tempo passava e umha magnífica explosom após outra era concebida e executada por nós, a atividade anterior entre a populaçom diminuiu aos seus olhos, o campo diminuiu na distância, a parte do programa ... que falava da atividade no campo gradualmente tomou um caráter puramente teórico, retórico".

A força de Narodnaya Volya estava no feito de que, quando todo o resto fracassara, as pequenas bandas de terroristas tivérom êxito -e, com o assassinato do Zar em março de 1881, um êxito espectacular.

O seu maior êxito, a deposiçom violenta do Zar, tamém revelaria a debilidade desses métodos contra todo o sistema ao que se opunham; o pouco que podia mudar-se do fundamental mediante mudanças nos liderados persoais, que era todo o que a sua inflicçom de justiça a tiranos com pistolas e bombas poderia alcançar.

Mas, na competiçom entre Narodnaya Volya e Redistribuiçom Negra, o êxito imediato tinha toda a importância. Em termos de atividade prática, a Redistribuiçom Negra nom podia fazer nada. Os seus membros, quer caerom na inatividade, quer passarom a Narodnaya Volya. A Redistribuiçom Negra naceu morta. Houvo justiça histórica nisso, porque, como Plekhanov enfatizaria mais tarde, Narodnaya Volya adiantara-os na necessária virada à política.

A morte do Zar nom desencadeou umha revoluçom de massas como alguns deles esperaram. Seis membros de Narodnaya Volya fôrom condenados à pena de morte por matar o Zar, dous deles mulheres. Cinco fôrom enforcados. A sexta, Gesya Helfman, foi apartada do patíbulo a fim de que puidera dar à luz ao bebê que portava. Imediatamente depois morreu na prisom.

Após o assassinato do Zar, a executiva de Narodnaya Volya escreveu umha carta aberta para o novo Zar na que apenas se lhe faziam duas reivindicações:
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1. Umha amnistia política geral;
2. Convocatória de representantes do povo.
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A sua "moderaçom" ganhou-lhe a simpatia da "sociedade liberal" na Rússia e no exterior. Foi tamém umha medida de como se afastaram do programa socialista de ZiV -e até do seu própio programa. Agora, apesar do que o programa de 1879 dixera sobre apoiar-se no povo, alinhavam-se com os seus aliados políticos naturais, aristocratas burgueses e liberais. De feito, embora Narodnaya Volya continuou a existir e publicou umha revista no exílio, editada por Piotr Lavrov, a repressom essencialmente esmagara o grupo.
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Em todo isto a Redistribuiçom Negra e os seus líderes foram marginalizados politicamente. Eles manifestaram o seu apoio para Narodnaya Volya e solidarizárom-se com os seus militantes. O mesmo fixo Karl Marx.
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Movérom-se só lentamente cara o novo terreno político que rejeitaram em princípio em 1879 -e cara a fundaçom do primeiro movemento marxista nom-populista de Rússia, o Grupo da Emancipaçom do Trabalho, em setembro de 1883.

O aspecto central da evoluçom teórica do grupo foi a existência de um forte movemento da classe trabalhadora na Europa e a nova e crecente classe operária na Rússia. Embora ainda politicamente ligado ao movemento populista, incluindo ZiV, o proletariado russo já entrara em acçom como umha classe de seu e incipientemente como umha força política de seu.


domingo, 15 de junho de 2008

José Vidal-Beneyto: O Socialismo Liberal / 2

Anteriormente publicaramos a e a entregas; eis agora a 2ª parte na série de artigos de Vidal-Beneyto sobre a relaçom/realizaçom conjunta da liberdade e o socialismo. Hai, aínda, umha e umha entrega, mas julgamos que nom tenhem o mesmo interesse que as anteriores, polo que nom as imos reproduzir aqui. Remitimos a quem tenha interesse nelas às ligações aos artigos originais de El País.

Norberto Bobbio [foto da direita], figura maior da sociologia italiana do século XX e referente principal da vida intelectual do seu país, foi um militante indefectível da democracia e da loita antifascista na Itália. Primeiro nos grupos social-liberais de Guido Calogero, despois desde as filas do Partito d'Azione, e finalmente na sua denúncia última do berlusconismo corrompido e parcial. Reivindicando o conflito como eixo articulador da vida política, insiste na diferença entre direita e esquerda, cuja negaçom, nos di em Destra e Sinistra (Donzelli, 1994), é sempre repressiva e funciona como coartada da injustiça. Polo demais, a complexidade das sociedades atuais e a sua exigência de competências técnicas traduz-se necessariamente numha hierarquizaçom social que comporta estratificações insuperáveis e oligarquias férreas. Frente a isso, Bobbio, em Il futuro della democrazia (Einaudi, 1984-1995), nom impugna as elites, mas advoga pola sua democratizaçom mediante a sua abertura à sociedade e a prática de novas incorporações que a dotem de maior capacidade inovadora.

Porque o aprofundamento da democracia, segundo el, nom pode consistir em condenar os comunistas mas tem que esforçar-se por integrá-los nas filas da democracia e associá-los no combate para a emancipaçom dos trabalhadores e dos oprimidos. A sua vontade de diálogo chega até o gauchismo, já que a igualdade é tamém para eles o critério fundamental entre que apostam polo progresso e quem se apontárom à obscena acumulaçom capitalista constituindo umha espécie humana à parte: os superricos. Por isso, sem confundir a igualdade com o igualitarismo de Baboeuf, o grande filósofo social que foi Bobbio sostém que a liberdade nom é como pretende a direita o suporte do enriquecimento e que a desigualdade nom é o motor do progresso histórico, senom que liberdade e igualdade som indissociáveis e sua realizaçom conjunta é a melhor prova da sua autenticidade. Daqui a sua afirmaçom, compartida tanto por expertos europeus como extraeuropeus, e entre eles de forma principal por Amartya Sen em A Economia é umha ciência moral, que a liberdade é umha responsabilidade social, e que o “ethos da igualdade” é a essência da democracia representativa.

Três pensadores maiores do social alistarám-se na França nesse difícil combate: Edgar Morin, Cornelius Castoriadis e Claude Lefort [foto da direita]. Tivem o privilégio de coincidir com o último, no final dos anos cinqüenta, nalguns desses extraordinários exercícios de pensar que eram as classes de Merleau-Ponty no Collège de France. O autor d’As Aventuras da Dialética, curado da sua ruptura com Sartre e pacificado o seu espírito, propunha um liberalismo progressista de pura liberdade, um liberalismo unitivo tam afastado do conservadorismo como das radicalidades comunistas. Claude Lefort recolhe a aposta e, centrando-o nos direitos humanos, declara-os irredutíveis ao individualismo liberal, porque além de consagrar um espaço individual totalmente independente do Estado, inaugura um âmbito publico de opiniom e de comunicaçom que é a base da democracia. Marx, di Lefort, trabuca-se ao qualificar os direitos humanos de artilúgios da dominaçom burguesa e deixa escapar com isso a capacidade emancipadora da democracia moderna. Pois toda loita de classes que alcança sair-se da cárcava do dogma marxista desemboca numha ampliaçom da liberdade de todos. Desde aí, situando-se na perspectiva do socialismo liberal, exige o reforço dos direitos sociais, suscetíveis de assegurar o bem-estar econômico e social, condiçom imperativa de qualquer liberdade política efetiva. Sem esquecer os direitos societários dos grupos de base (mulheres, minorias étnicas e sexuais, defensores do meio ambiente, etcétera) que da mesma forma que sucede com os direitos sociais e contrariamente à prática dos direitos de opiniom, de associaçom ou reuniom, nom se encerram num status jurídico negativo senom que tenhem condiçom positiva, o que obriga ao Estado a eliminar os obstáculos que os dificultem e ainda mais os fagam impossíveis. Lefort nom formula propostas concretas, mas fam-no quem na sua linha participam da crítica do produtivismo da sociedade salarial de André Gorz, e prevêem passarelas, como os subsídios universais ou as rendas de cidadania, que fagam possível a sobrevivência econômica dos indivíduos, compatível com o seu desenvolvimento pessoal e o cumprimento de todos [mais sobre esta questom na 3ª entrega].


domingo, 8 de junho de 2008

Homenagem a Luís Gonçales Blasco, "Foz"



O vindeiro 14 de junho o eterno activista conhecido como "Foz" será homenageado em Compostela, e desde aqui animamos a assistir a todo aquel que poida. Se aínda nom sabedes de quem se trata, podedes ver aqui um breve curriculum, assi como ligações a dous artigos seus de moito interesse para quem queira saber da história do nacionalismo galego. Foz é, segue a se-lo, um desses "loitadores imprescindíveis" dos que falava Brecht, apesar de que o seu nome nom seja tam conhecido como o de outros. O acto nom é recomendável só pola homenagem em si, mas tamém polas intervenções que terám lugar, a cargo de gente como Ferrín, Antom Moreda, Antom Árias Curto ou Margarita Ledo, assi como enviados do Sinn Féin ou a UDB.
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Mais info aqui.

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sexta-feira, 6 de junho de 2008

José Vidal-Beneyto: O Socialismo Liberal / 1


Imos começar polo princípio, e ponher os artigos de Vidal-Beneyto sobre o socialismo liberal desde o primeiro (no anterior post vimos o nº 3). Neste que vai a seguir, o autor perfila a idea a partir das aportações de socialistas italianos como Carlo Roselli ou Guido Calogero (na foto da direita).

No século XX a luita contra os totalitarismos nazifascistas e o desafio que representam o marxismo e o comunismo polarizam a vitalidade ideológica derivada do antagonismo político que mantiveram o liberalismo e o socialismo durante o XIX, atenuando consideravelmente o perfil diferencial de ambos e a sua capacidade criadora. A isso somam-se por umha parte o parlamentarismo no qual os socialistas concentram sua acçom e, por outra, o primado da economia em todos os enfoques liberais que conferem ao econômico tratamento preferente quando nom exclusivo, o que ao evacuar, de algumha maneira, o confronto diretamente político, contribui para a sua convergência ideológica. Fica só de pé o diverso tratamento da questom religiosa, em particular na sua versom fundamentalista, cuja causa fam sua de maneira paradoxal os liberais, o que nos leva ao esperpento romano do alcalde Alemanno, que com o seu sogro Rauti mantivérom em Itália durante anos o referente fascista, associado hoje ao grande capital de Forza Itália e fervorosamente benzido polo Vaticano. Este pragmatismo politiqueiro nas alianças está facilitado polo acercamento das posições doutrinais e pola atenuaçom do debate ideológico que, ao coincidir com a atonia cidadã, reduz a política às luitas polo poder nos partidos. Todo o qual gera umha interpenetraçom e disoluçom simultâneos que comportam um processo de hibridaçom que recorre a segunda metade do século XX e inaugura processos dos que os principais som o liberalismo social entre os liberais e o socialismo liberal no âmbito socialista.

Sobre ambos o centrismo político e o seu oportunismo manobreiro operárom umha apropriaçom ilegítima que só serviu para aumentar a confusom, cujo exemplo mais revelador é o New Labour de Tony Blair e a proposta da Terceira Via de Anthony Giddens que lhe serve de corpus doutrinal. O seu propósito é adequar a socialdemocracia ao capitalismo das multinacionais mediante alguns ajustes e retoques que permitam a convivência de ambos, despois que o laborismo tenha enterrado os seus ideais de igualdade e justiça social. Mas essa interpretaçom do que poda ser o socialismo liberal contradiz o enfoque e as propostas de quem abordaram com mais rigor e radicalidade a sua problemática. Reduzindo-nos ao essencial, do que se trata é de fazer conviver liberdade e igualdade, que som os grandes pólos, os referentes centrais à par que modelos que nos propõem ambas correntes.

Nos anos 20/30 do século passado, Carlo Rosselli, militante antifascista formado nos ideais do Risorgimento, voluntário na guerra civil espanhola e assassinado em Paris com seu irmão Nello pola sinistra banda fascista La Cagoule, nos seus dous livros de 1924 e 1930 sobre Socialismo liberal, fai a primeira e mais acabada apresentaçom desta nova corrente. Para el, o liberalismo político, que nada tem a ver com o econômico ao que qualifica de "liberismo", só é inteligível como umha filosofia da liberdade que fai da autonomia do indivíduo ao mesmo tempo a sua arma de combate e o seu objetivo final. Frente ao mercado que é um simple instrumento técnico e ao Estado cuja funçom se limita a ser um órgão de polícia e de defensa, o ator principal do socialismo liberal é o mundo do trabalho ao que corresponde fazer efetiva a liberdade de todos e nom só dos ricos. Para Giustizia e Libertà, o movimento que funda durante o seu exílio parisino, é preciso acabar com os monopólios de feito e com a concentraçom da riqueza numhas poucas mãos nom recorrendo à nacionalizaçom operada por um poder público centralizado e burocrático, mas mediante a socializaçom realizada por organismos autônomos administrados por trabalhadores, técnicos e consumidores. Como insistirá 15 anos despois Guido Calogero, só umha socializaçom deste tipo permitirá democratizar as empresas, tanto públicas como privadas, colocando-as em mãos de que têm a ver com elas e impedindo que se transformem, sobretodo na sua versom última de grandes multinacionais, em patrões-ditadores das nossas vidas. A dimensom federalista, proposta em especial a nível europeu, que recolhe e empurra Altiero Spinelli, fecha o seu quadro programático. Três pensadores maiores do social, Bobbio, Lefort e Habermas, retomarám esta tentativa de interfundir liberdade e igualdade e de pensar o cumprimento do indivíduo em e pola sua realizaçom social.